El emblema de la
Sociedad Española de Meditación simboliza la expresión de la verdad espiritual
universal.
Los símbolos de las grandes religiones están colocadas
alrededor de una lámpara central que representa la llama de la divinidad en el
corazón de cada persona.
Es la representación estilizada del sonido Sánscrito “Om”, símbolo de la Divinidad Universal. Se identifica con el Hinduismo.
El candelabro, que puede tener siete o nueve brazos, recibe el nombre de Menorah. Se identifica con el Judaísmo.
El fuego, considerado por el Zoroastrismo como lo más puro que se ha creado, simboliza la Esencia Divina.
La escritura de las dos tablas representan las enseñanzas filosóficas de Confucio.
El círculo con la estrella y la luna creciente representa el Islam. Los Musulmanes creen que si están bajo el Cielo Divino, pueden elevar su corazón directamente hasta la Divina Presencia, porque, entonces, nada se interpone entre ellos y su creador.
El Círculo Eterno representa
a todas aquellas personas que bien pertenezcan a una de las religiones del
mundo, no pertenezcan a ninguna o tengan cualquier orientación filosófica. Ellos
también pueden encontrar y experimentar la Verdad Eterna a través de las
técnicas de meditación, porque cada uno de nosotros somos un destello de la
Divinidad.
El Yin y el Yang, simbolizan la complementariedad y el equilibrio que se producen en todas las polaridades de la vida. Este principio es la característica central del Taoísmo.
La rueda de la vida representa al Budismo.
La Cruz de la crucifixión simboliza el Cristianismo.
La lámpara de “ghee” y su
llama están colocadas en el centro del emblema. El “ghee” es la mantequilla
purificada de la leche de la vaca. Su llama dorada simboliza Luz de la Esencia
Divina, de la que todo lo creado es una expresión directa pero variada. La Luz,
en si misma, representa la iluminación de la Verdad Divina que subyace en todas
las religiones y filosofías de este mundo. La llama está situada en el centro
del Emblema porque la experiencia de la Verdad representa el principal objetivo
de cada meditador.
Los nueve círculos se
apoyan en cinco cordones dorados entre los cuales hay cuatro espacios.
Representan el pentagrama de la música y el símbolo de la armonía. Los cordones
simbolizan que la Luz Divina de la Verdad existe en el corazón de todas las
religiones y filosofías espirituales. Si este concepto fuera reconocido por
todos los que pertenecen a las distintas religiones y filosofías del mundo,
entonces la armonía espiritual entre estos grupos sería una realidad, aunque
cada uno conservara su propia individualidad.
*Todas las imágenes tienen el copyright the la AMS (American Meditation Society) y de Firo.